Casting para Lucas Fernández

Natural de San Blas (Madrid), me hice policía más por tradición familiar que por vocación.
Mi abuelo y mi padre lo fueron y decidi continuar sus pasos. Al principio me lo tomé más como un juego, pero hubo algo que me cambió la vida.
Una noche me comunicaron que mi padre había desaparecido en un pantano mientras estaba en una misión con Paco.
Este hecho dio un giro de 180 grados en mi mentalidad y me converti en un policía implacable.
Aunque esto no me iba a librar de meterme en los mismos embrollos que mis compañeros, y si es que en algo me parecco a ellos es en mi capacidad para meter la pata.
Sin embargo también muestro diferencias con respecto al resto de mi equipo.
Soy un hombre de acción incapaz de pensar las cosas dos veces.
Ante el peligro corro hacia el sin dudar y sin medir las consecuencias; lo cual me ha acarreado más de un quebradero de cabeza.
La supuesta muerte de mi padre me destrozó pero fue entonces cuando Paco se hizo cargo de mi. Se lo había prometido a Tomás, mi padre antes de que desapareciera y así lo hizo. Me converti en uno más de la familia Miranda.
Pero cuando se reabrió el caso años después y Asuntos Internos comenzó a investigar a Paco comencé a desconfiar de él. Lo que no sospechaba es que en realidad estaba mintiendo para protegerme.
Pero como siempre pasa, la verdad terminó por destaparse: mi padre estaba vivo.
Aquella noche en que supuestamente había muerto, Paco descubrió que había cruzado la línea y colaboraba con Uriarte.
Paco le dio un ultimátum: le ayudaría a fingir su muerte y a abandonar el país si le prometía no volver jamás y dejarme en paz.
Yo idolatraba a mi padre y este sería un golpe que no podría resistir. Pero años después mi padre regresó bajo la identidad de Castresana con la intención de ayudar a Paco y a la familia proponiéndonos huir a todos fuera del país e iniciar una nueva vida con identidades falsas.
Cuando descubrí toda la verdad le eche en cara haberme dejado solo cuando más falta me hacía y le dije que para mi, mi padre es y será siempre Paco.
No obstante cuando mi padre muere realmente poco después me costó encajarlo y cai en una espiral autodestructiva de la que me costaría salir.
Aunque lo lograría gracias al apoyo de mis compañeros que eran para mi una auntentica familia.
Sin embargo, mi padre me dejó una sorpresa más: tenía una hermana fruto de la relación con otra mujer. Carlota se convertiría desde entonces en mi punto débil y debería protegerla de aquellos que quisieran matarla para hacerse con el dinero que mi padre nos dejó en herencia.

Mi vida amorosa ha seguido la misma estela de inestabilidad. Me casé con Silvia, pero el fuerte carácter de ambos no provocó continuas discusiones. La gota que colmó el vaso fué cuando Silvia pensó que le había engañado con otra cuando una mañana llegó a casa y descubrió una chica en la ducha. En realidad esta no era otra que Sara. Pero harto de la actitud de Silvia no me molesté en aclarárselo y acepté el divorcio.
De este modo entró en mi vida Sara, y aunque yo intentase resistirme a sus continuas provocaciones ella trataba de hacerme perder los papeles con un sutil coqueteo que ya no sabía como evitar.
Sus armas surtieron efecto y empecé a sentir algo por Sara.
Decidimos luchar contra todo. Yo le doblaba la edad, su familia se oponía, Paco era su padre y casi uno para mi. Pero todo nos dio igual.
Lo dejamos todo atrás y nos fuimos a vivir juntos. Viviamos nuestro propio cuento de hadas pero pronto la realidad llamó a la puerta.
Nuestra historia había destrozado a la familia Miranda y Sara no lo podía resistir.

Lo afronte como pude y trate de recobrar mi vida anterior. Volví al piso con Mariano, y a trabajar es San Antonio y poco a poco recuperé la amistad con Paco.

Pero lo que estaba claro es que Sara era la mujer de mi vida, un amor demasiado fuerte y acabamos reconociendo que no podiamos vivir el uno sin el otro.
Sara fue mi principal apoyo en la misión más importante de mi vida. El caso Káiser terminó por convertirme en un contra infiltrado en un intento por salvar a mi hermana que permanecía secuestrada.
El caso llego a una situación límite y con la ayuda de Paco y Mariano fingi mi propia muerte.
Sara y yo decidimos dejarlo todo atrás y huir a la costa donde no dimos el "si, quiero".

¿G? ¿Has acabado o lo estás editando?